El encuentro ha sido una experiencia muy enriquecedora y empoderadora, pero, sobre todo, de una sororidad abrumadora.
En este encuentro nos hemos dado cuenta de que somos muchas las que estamos participando en este cambio de modelo energético. En esta ocasión nos hemos juntado 160 personas. ¿Qué pasa? Que participamos sobre todo en el nuevo modelo energético, pero no participamos en igualdad de condiciones, con la misma visibilidad. Sobre todo, la esfera de toma de decisiones es algo que todavía sigue completamente masculinizada.La energía está concentrada en unas pocas manos, que en lo único que piensan es en sacarle el máximo beneficio a esto.
¿Quién hace las leyes que están en nuestro país impidiendo que hagamos una transición energética sensata al ritmo al que deberíamos hacerla. No es que no estemos haciendo una transición energética. Claro que se está haciendo, sí. Pero pensemos en el tremendo reto ambiental y social que tenemos por delante y si estamos yendo al ritmo al que deberíamos ir y también si lo estamos haciendo teniendo en cuenta los impactos sobre la sociedad que esto tiene o no, y los impactos que tiene sobre el modelo de sociedad o no, y si estamos participando o no.
Desde los planteamientos desde los que algunas estamos participando, creemos que la energía tiene que ser un derecho humano, que nadie puede estar excluido, que tenemos que tener derecho a la información y a la transparencia, que tenemos que hacer un cambio de paradigma energético...
No vale cambiar una tecnología por otra. No es eso por lo que estamos trabajando, aunque es interesante que muchas muchas mujeres estén trabajando en investigación, en tecnología y en empresas tecnológicas. Pero sólo la tecnología no va a conseguir que podamos afrontar socialmente los retos a los que nos enfrentamos, y planteamos un modelo energético en el que la gente pueda participar en la toma de decisiones de qué modelo quiere y de qué sociedad quiere y, sobre todo, poder incluir la dimensión ética de la energía. Esto que suena tan de perogrullo, a día de hoy no está incluido en las políticas sobre modelo energético.
No tenemos más que palabras de agradecimiento a todas las que vinisteis, a todas las que mostrasteis vuestro interés, a todas las que abristeis de par en par las puertas de vuestras casas, a todas las que nos cuidasteis, a todas las que nos ayudasteis... A todas las que nos emocionasteis.
¡Gracias por seguir trabajando por una transición energética ecofeminista, renovable, distribuida, con criterios de justicia social, equidad, inclusión y participación!
