Amigas y amigos: ¡bienvenidas/bienvenidos!
Los años han ido pasando uno tras otro y sin darnos cuenta aquí estamos, hemos llegado a los cuarenta. 40 años, un largo viaje el que hemos hecho, el que ha hecho, este pequeño grupo. En este largo camino de trabajo a favor del medio ambiente hemos contado con vuestra colaboración y la de incontables amigos y amigas.
Gracias.
Sabemos que el mundo se encuentra en un cruce de caminos muy complicado. La crisis climática pone en jaque la continuidad de la vida en nuestro planeta. La ciencia nos está advirtiendo desde hace tiempo que estamos llegando al punto de no retorno, que se han de tomar medidas urgentes y drásticas para atacar la crisis climática. Sin embargo no parece que los poderes políticos y económicos busquen soluciones y también tenemos la sensación de que el primer mundo sigue nadando alegremente en el consumismo, como si nada pasara.
¿Qué podemos hacer? ¿Lo que hacemos, lo que hace un grupo pequeño, sirve para algo?
El mundo, es un sistema cerrado en continuo giro
Un dramaturgo inglés imaginó un escenario en el cual los actores y actrices estaban atrapados en un cilindro que giraba sin parar. Un grupo, cansado y desesperado se había sentado, el cilindro seguía girando. Otro grupo caminaba bailando y cantando alegremente en el sentido de giro del cilindro. Por último un pequeño grupo caminaba en el sentido contrario, empeñado con su esfuerzo en detener, pausar y cambiar la dinámica impuesta.
En esa tarea estamos los pequeños grupos sociales que peleamos por cambiar nuestra realidad local. Soñamos con otra mucha gente con un mundo mejor y peleamos por hacer realidad ese sueño desde hoy mismo. No podemos dejarlo para el futuro.
¿Tiene sentido en el mundo de hoy reivindicar la utopía?
Esta pregunta se la hacía a Fernando Birri, cineasta y dramaturgo argentino, un estudiante en un acto universitario.
Birri le contestó de esta manera: “ Esa es una pregunta que me hago todos los días. ¿para qué sirve la utopía? si es que la utopía sirve para algo. Todos sabemos que la utopía está en el horizonte, y si está en el horizonte yo nunca la voy a alcanzar. Si camino diez pasos, ella se aleja diez pasos. Si avanzo veinte pasos el horizonte se aleja otros tantos más allá. Yo sé que jamás, nunca, la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve? Para eso, para caminar. Es mi razón para seguir caminando.”
Esa es la razón para que sigamos caminando.
Un gran abrazo. On egin!