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30 Jun, 2021
En junio, nos hemos movido de forma sostenible junto a Bizieskola Arrigorriaga y BizizBizi en Basauri
La movilidad convencional, altamente dependiente de los vehículos a motor y de los combustibles fósiles, tiene un enorme impacto negativo en el medio ambiente y en la salud de las personas. Según un informe de Ecologistas en Acción, en 2018 el 70% de la población vasca estuvo expuesta a unos niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, y gran parte de esta contaminación directamente proviene del tráfico rodado. Por otro lado, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2 en la UE, de las cuales el 72% proviene del transporte por carretera, siendo por tanto uno de los sectores que más contribuye al cambio climático.
Por todo esto es fundamental que nos dirijamos hacia una movilidad sostenible, una forma de movernos en la que primen medios de transporte eficientes y mínimamente contaminantes, y en la que se fomenten los traslados a pie y en bicicleta que nos permitan vivir en pueblos y ciudades más amables y saludables. Esta tarea debe ser una prioridad tanto para los gobiernos como para las personas.
Hace ahora 7 años que nuestro pueblo redujo la velocidad de circulación en su casco urbano a 30 kilómetros-hora. Esta medida es norma desde mayo de este año (DGT normativa de circulación) en todos las ciudades y pueblos del Estado de más de 5000 habitantes.
Reducir la velocidad de circulación es un elemento básico para reducir la probabilidad de accidente: aumenta el campo de visión, la capacidad de reacción y disminuye la distancia de frenada.
La gravedad del accidente, en caso de producirse, también se reduce significativamente. Bajar de 50 a 30 kilómetros hora reduce la probabilidad de muerte en el atropello de un 90% a un 10%.
Calmar el tráfico significa disminuir la contaminación acústica y mejorar la calidad del aire que respiramos.
Calmar el tráfico es potenciar el uso de la bicicleta, con seguridad, en nuestros desplazamientos en el entorno urbano.
El movimiento ecologista, promotor e impulsor de esta medida, subraya su importancia pero quiere señalar que queda mucha tarea por hacer para normalizar su cumplimiento.
Reducir la velocidad de 40 a 30 km/h no será significativo si no damos un paso adelante y avanzamos en la concienciación ciudadana que garantice su cumplimiento. Será necesaria, también, la adopción de medidas sobre la calzada que recuerden y obliguen a los vehículos a reducir la velocidad.
Animar, potenciar, el uso de la bicicleta en nuestro pueblo pasa por esa labor de concienciación para el respeto de la velocidad de circulación y de las personas ciclistas. Es necesario, también, establecer espacios viales segregados y vías de comunicación interurbana que faciliten el desplazamiento seguro. Establecer un servicio público de préstamo de bicicletas normales y eléctricas para atender a las características orográficas de nuestro pueblo y las diferentes capacidades de las personas usuarias.
Vive más ecológicamente ¡muévete a pie, en bici, usa el transporte público!
¡Anímate y muévete de forma sostenible!
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