Continuamos con el análisis de las rutas saludables propuestas por el Ayuntamiento de Basauri. Los dos últimos itinerarios, “Ruta 3. Basauri urbano de ayer y hoy” y “Ruta 4. Basauri histórico y natural”, combinan áreas urbanas con las zonas más naturales del municipio en el entorno de Malmasín y del parque de Montefuerte. Estos recorridos de nuevo nos llevan por zonas de tráfico intenso o de polígonos industriales no demasiado agradables, incluyendo la central eléctrica de Finaga y gran cantidad de torres de alta tensión. Pero nos permiten conocer parte de la historia de Basauri pasando por la iglesia de San Miguel, la ermita de Finaga o el castro de Malmasín.
A diferencia de los dos primeros, una parte importante de estos dos últimos recorridos transcurren por un entorno natural, pero queda patente que el estado de estos terrenos no es todo lo saludable que nos gustaría. Podemos encontrar algunas zonas de arbolado con ejemplares de robles, fresnos, diferentes tipos de arbustos, zonas en las que la vegetación autóctona parece querer recuperarse. Pero es un entorno que ha sido muy castigado, en el que predominan, como en todo el territorio de Bizkaia, pinos y eucaliptos, así como la Robinia pseudoacacia, especie invasora. Tanto los cultivos de pinos y eucaliptos, como la invasión de las falsas acacias, degradan los suelos e impiden el crecimiento de otras especies autóctonas así como de la fauna que puede vivir en esos entornos, empobreciendo la biodiversad de la zona en el futuro.
Por tanto, y como ya comentábamos en nuestro primer artículo, queremos poner de manifiesto el valor de promover la salud de las personas fomentando los paseos a pie, que además nos permiten recorrer parte de nuestra historia y patrimonio. Pero una ruta “saludable” debe además cumplir otros requisitos, debe llevarse a cabo en un entorno amable, sin contaminación, sin ruido, estéticamente agradable, con suficiente y variada vegetación, y si transcurre por un entorno natural, este debe estar sano, con zonas de arbolado variado y autóctono, es decir, con verdaderos bosques.
En estos momentos estas rutas verdaderamente saludables son difíciles de encontrar en Basauri, por lo que es fundamental poner en marcha medidas que ayuden a tener un municipio cada vez más “sano”, tanto para las personas como para el resto de especies vegetales y animales, y que contribuyan a mitigar los impactos del cambio climático. Estas medidas deberán ser de muy diferente tipo, urbanísticas, de conservación y protección de la biodiversidad, de movilidad, de impulso de las energías renovables y reducción de emisiones, etc. Muchas de ellas se hallan ya contempladas en la normativa y planes del ayuntamiento, como por ejemplo el límite de velocidad a 30 km/h en las carreteras urbanas, o las medidas previstas en el Plan de Adaptación al Cambio Climático, pendiente de aprobación, algunas de las cuales se recogen asimismo en la moción recientemente aprobada por el ayuntamiento para proteger y conservar el arbolado y especies herbáceas del municipio, como incluir las zonas verdes en las actuaciones urbanísticas, proteger el arbolado en las obras que se lleven a cabo, aumento de las zonas de sombra natural, incremento de los espacios verdes y las áreas protegidas, limpieza y restauración de los márgenes del río, erradicación de especies invasoras, etc. Lo importante es cumplir y hacer cumplir los establecido en estas normativas, e impulsar otras, como por ejemplo la recuperación de los caminos rurales de uso público, para conseguir entre todas y todos un municipio más saludable.
