“Bolintxu bai, Supersur ez!” Bajo este lema nos hemos manifestado hoy más de 2000 personas en Bilbao respondiendo a la convocatoria realizada por la Plataforma Ampliación Supersur Ez. El pasado lunes comenzaron los trabajos de la ampliación de la Variante Sur Metropolitana, conocida como Supersur, que pretende unir el trazado actual con la AP-68 en Venta Alta (Arrigorriaga), una obra de 4,2 km que incluye la construcción de un túnel bajo el monte Arnotegi y de un viaducto de 174 metros sobre el río Bolintxu, con un presupuesto de 178,9 millones de euros.
Desde diversos grupos ecologistas y sociales, agrupados en la Plataforma Ampliación Supersur Ez, mostramos nuestro rechazo a este proyecto por varias razones:
- Los impactos ambientales sobre la vega del Bolintxu, situada en las faldas del Pagasarri, serán muy graves. El Plan Especial del Pagasarri, aprobado por unanimidad en el Ayuntamiento de Bilbao en 2008, definía la zona del Bolintxu como un espacio de protección especial por las características de la flora y la fauna existente, y la propia Diputación lo cataloga en el Plan Territorial Parcial (PTP) como “zona de especial interés para la conservación de la biodiversidad”. Y, a pesar de las noticias engañosas aparecidas en la prensa estos últimos días diciendo que no se atacará la zona de Bolintxu, la propia declaración de impacto ambiental de esta infraestructura señala que «las obras provocarán 31 impactos sobre la naturaleza, 11 de ellos de carácter severo”.
Este entorno abarca un bosque de ribera auténtico, poblado de alisos, fresnos, avellanos e incluso algunos robles centenarios. Hay corzos, ardillas rojas y jabalíes, y se pueden ver pájaros como la lavandera común, el carbonero garrapinos y el herrerillo. Las obras «afectarán a especies amenazadas como el halcón peregrino, la rana patilarga y la culebra esculapio... Además, el arrastre de limos provocará una importante pérdida de calidad de las aguas».
- Las políticas de transporte de la Diputación Foral de Bizkaia no atienden a las necesidades reales de movilidad y sostenibilidad, y se centran en continuas inversiones en infraestructuras viales y medidas que incentivan la utilización de vehículo privado.
- El objetivo perseguido con esta obra, reducir los atascos en la A8, no se ha cubierto en la primera fase en absoluto: según los últimos datos publicados en 2016, de los 24.000 vehículos diarios esperados (9.400 de ellos camiones pesados) no ha transitado ni el 50%. Y no creemos que esta situación cambie de forma significativa con la segunda fase de la obra que tan sólo supondrá un ahorro de 5 minutos y siendo únicamente el 6% del tráfico en el área metropolitana de Bilbao el que es de paso.
- El coste de la obra ha sufrido un incremento enorme con respecto a lo presupuestado inicialmente: de los 465 millones de euros previstos para la ejecución de la fase 1-a, inaugurada en 2011, a los 821 millones de euros gastados finalmente, siendo la autopista más cara de España, con un coste de 49,49 millones de euros por kilómetro.
Por todo esto, por considerar que es una obra cara e innecesaria, y una grave agresión al enclave natural de mayor valor ecológico de Bilbao, queremos decir Bolintxu bai, Supersur ez!
#SOSBolintxu #SuperSurEz #BolintxuBizirik
“Bolintxu bai, Supersur ez!” Bajo este lema nos hemos manifestado hoy más de 2000 personas en Bilbao respondiendo a la convocatoria realizada por la Plataforma Ampliación Supersur Ez. El pasado lunes comenzaron los trabajos de la ampliación de la Variante Sur Metropolitana, conocida como Supersur, que pretende unir el trazado actual con la AP-68 en Venta Alta (Arrigorriaga), una obra de 4,2 km que incluye la construcción de un túnel bajo el monte Arnotegi y de un viaducto de 174 metros sobre el río Bolintxu, con un presupuesto de 178,9 millones de euros.
Desde diversos grupos ecologistas y sociales, agrupados en la Plataforma Ampliación Supersur Ez, mostramos nuestro rechazo a este proyecto por varias razones:
- Los impactos ambientales sobre la vega del Bolintxu, situada en las faldas del Pagasarri, serán muy graves. El Plan Especial del Pagasarri, aprobado por unanimidad en el Ayuntamiento de Bilbao en 2008, definía la zona del Bolintxu como un espacio de protección especial por las características de la flora y la fauna existente, y la propia Diputación lo cataloga en el Plan Territorial Parcial (PTP) como “zona de especial interés para la conservación de la biodiversidad”. Y, a pesar de las noticias engañosas aparecidas en la prensa estos últimos días diciendo que no se atacará la zona de Bolintxu, la propia declaración de impacto ambiental de esta infraestructura señala que «las obras provocarán 31 impactos sobre la naturaleza, 11 de ellos de carácter severo”.
Este entorno abarca un bosque de ribera auténtico, poblado de alisos, fresnos, avellanos e incluso algunos robles centenarios. Hay corzos, ardillas rojas y jabalíes, y se pueden ver pájaros como la lavandera común, el carbonero garrapinos y el herrerillo. Las obras «afectarán a especies amenazadas como el halcón peregrino, la rana patilarga y la culebra esculapio... Además, el arrastre de limos provocará una importante pérdida de calidad de las aguas».
- Las políticas de transporte de la Diputación Foral de Bizkaia no atienden a las necesidades reales de movilidad y sostenibilidad, y se centran en continuas inversiones en infraestructuras viales y medidas que incentivan la utilización de vehículo privado.
- El objetivo perseguido con esta obra, reducir los atascos en la A8, no se ha cubierto en la primera fase en absoluto: según los últimos datos publicados en 2016, de los 24.000 vehículos diarios esperados (9.400 de ellos camiones pesados) no ha transitado ni el 50%. Y no creemos que esta situación cambie de forma significativa con la segunda fase de la obra que tan sólo supondrá un ahorro de 5 minutos y siendo únicamente el 6% del tráfico en el área metropolitana de Bilbao el que es de paso.
- El coste de la obra ha sufrido un incremento enorme con respecto a lo presupuestado inicialmente: de los 465 millones de euros previstos para la ejecución de la fase 1-a, inaugurada en 2011, a los 821 millones de euros gastados finalmente, siendo la autopista más cara de España, con un coste de 49,49 millones de euros por kilómetro.
Por todo esto, por considerar que es una obra cara e innecesaria, y una grave agresión al enclave natural de mayor valor ecológico de Bilbao, queremos decir Bolintxu bai, Supersur ez!
#SOSBolintxu #SuperSurEz #BolintxuBizirik
