ORGANIZADOR | Bilbao Bizkaia People's museum/ Social Antzokia / Sagarrak Ekologista Taldea |
LÍNEA DE TRABAJO | Infraestructuras |
FECHA Y HORA | 27/11/2024 - 19:00 h. |
DURACIÓN | 1:00 |
LUGAR | Social Antzokia Basauri |
DESCARGAS | 1730983532hoja-de-mano-la-fabrica-de-mi-padrepdf |
Una veintena de trabajadoras y trabajadores de grandes fábricas representativas de las comarcas del territorio retratan la arquitectura física, social y política del período histórico de la segunda industrialización de Bizkaia (1950-1990).
Dirigido por Mikel Toral y Txutxi Paredes
Rumbo y memoria
Sin memoria no hay rumbo cierto… Sin memoria podríamos creernos la fantasía de que el mundo empieza hoy. El adanismo es una corriente mágica que interpreta que antes de nosotras y nosotros no hubo nadie que lucho por nuestros derechos y libertades, quizás que lo que disfrutamos llega de forma natural, que la riqueza han sido un regalo, que la sociedad avanzada en la que vivimos ha sido el fruto de un proceso biosocial inevitable.
Pero no. La memoria nos hace conscientes de la herencia recibida, de la fortuna que supone haber nacido en este lugar concreto del mundo, en esta sociedad, con una estructura económica y un bienestar por los que muchas personas tuvieron que pelear a lo largo de generaciones. Personas, muchísimas, que vinieron de otras partes de España y que conformaron el tejido obrero y el pasado industrial que hoy nos ofrece el bienestar del que disfrutamos.
Y, además de consciencia, la memoria también nos da comprensión, nos ofrece testimonios, relato y visión histórica de quienes fueron construyendo la historia que nos ha traído hasta este presente en el que ahora vivimos. Esta comprensión de la historia cobra todo su sentido cuando, además de las grandes fechas y los acontecimientos importantes, nos trae también una mirada más cercana, más humana, más pegada al día a día de las mujeres y hombres que nos precedieron. Las personas que conformaron el desarrollo económico vizcaíno desde lo más micro.
Por eso son tan fundamentales trabajos de memoria como este ‘La fábrica de mi padre’, que supone una mirada justa y necesaria a la Bizkaia industrial de la segunda mitad del siglo XX, esa que fundamentalmente se basó en el trabajo duro y generoso de miles de personas que trajeron con su sudor y sus afanes gran parte de la riqueza que hoy disfrutamos en este Territorio Histórico.
Más allá de la nostalgia y de la evocación curiosa de aquellos paisajes y aquellas formas de vida, este documental y su potencia evocadora nos obligan a repensarnos mejor en este inicio del siglo XXI, desde la reflexión de lo que fuimos y la proyección coherente y solidaria con lo que seremos y serán quienes vengan después.
Es una reivindicación histórica de la clase trabajadora que forma parte de la historia invisibilizada porque que sin ellos y ellas difícilmente puede explicarse el presente y el futuro.
Ni olvido, ni mitificación nostálgica del pasado. Por el contrario, con propuestas como este ‘La fábrica de mi padre’ proyectamos una mirada honesta hacia el pasado y a la vez hacia el futuro, agradeciendo y reconociendo tanto trabajo y tanta lucha. Porque con memoria sí hay rumbo cierto.