Hoy es un gran día. Después de tantos años pidiendo la prohibición de los insecticidas peligrosos para las abejas y otros polinizadores, por fin la Unión Europea ha decidido prohibir totalmente el uso al aire libre de tres insecticidas neonicotinoides, los más vendidos en el mundo.
El pasado martes Grenpeace llevó a la puerta del Ministerio de Agricultura 20 kilos de abejas muertas para recordar a la ministra Tejerina que el viernes podía salvarlas.
16 países, entre ellos España, votaron el viernes 27, a favor de las abejas, del planeta y de las generaciones futuras. Y ha sido posible gracias a todas las personas que, habéis sumado vuestro granito de polen para proteger a las abejas.
Pero la lucha no termina aquí. Los tres neonicotinoides son solo la punta del iceberg: hay muchos más plaguicidas que son igual de peligrosos para las abejas, la producción de alimentos y los ecosistemas. Ahora los gobiernos tienen que prohibirlos todos, romper con la dependencia de los plaguicidas químicos en la agricultura y fomentar la agricultura ecológica.
